domingo, 5 de julio de 2015

Paciencia y agilidad, virtudes del fotógrafo

Cuando pensamos e imaginamos fotografías, en nuestra mente no hay espacio para que algún detalle no salga acorde a lo planeado, sin embargo, no tener espacio para el cambio es algo impráctico y un poco fantasioso. La fotografía no se trata sólo de planeación, es más, en muchos casos se trata especialmente de dejarse sorprender por lo que el mundo conjuga en el cuadro.

Juego de parque de diversiones, fotografía por Carlos Gutiérrez
(Medellín, 2010) La dificultad radica en adaptarse al cambio con agilidad, esta escena hubiera sido totalmente diferente
si se disparara a una alta velocidad.
 

El azar (o la suerte como muchos preferirían llamarlo), tiene un papel muy importante en el trabajo de un fotógrafo, pero más que esto, tiene que ver con la agudeza y agilidad que este tenga para reaccionar ante las grandiosas composiciones que se ponen frente a sus ojos. Muchas veces he sido víctima del afán y me he perdido de fotografías que, a veces pienso, serían muy buenas piezas para conservar, pero en otras ocasiones he sido paciente y me he sentado a esperar que las cosas posen y la foto se haga sola.

ave en el cielo, fotografía por Carlos Gutiérrez
(Praga, 2013) Por el contrario, si disparara lentamente en este caso, el resultado no sería tan definido.

La paciencia es la virtud del fotógrafo, dirían por ahí, yo digo que se trata de la pronta respuesta.